El problema de la prostitución en muchos paises es persistente y difícil de erradicar. Aunque se hayan tomado las medidas para trasladar a las prostitutas a zonas más discretas, el problema vuelve a surgir de igual manera extendiéndose bastante.
El lugar de tradición para la prostitución de Sevilla ha sido como siempre la Alameda de Hércules, pero hoy en día es un lugar en el que más bien se encuentran mujeres de edad avanzada y transexuales. Incluso algunos de los vecinos en miras de hacer algo de dinero terminan rentándoles habitaciones a las sexo servidoras para que ejerzan sus oficios.
Sus clientes son en su mayoría personas mayores que tienen mucho tiempo yendo al mismo lugar y puede ser que hasta con la misma proveedora de servicios. En cuanto a la zona del centro, los vecinos más que quejarse por las personas que ejercen este oficio ahí, lo hacen más bien por el narcotráfico que se da en ese lugar y la delincuencia que suele haber.
En otras zonas donde también se presenta este problema son Nervión, que se localiza en Sevilla Este; también en el apeadero del AVE, y en el estanque viejo de la Expo del 29 en el Parque de María Luisa, entre otros polígonos industriales.
En realidad lo que mueve a los vecinos de los barrios a quejarse de que se de este tipo de situaciones es la inseguridad que se genera a raíz de esto, lo que no pasa por ejemplo en otro tipo de lugares como los clubes o los llamados locales de alterne, ya que todo se da, en cierto sentido, fuera de la sociedad.
En la prostitución que se da en clubes es realizado en su mayoría por mujeres provenientes de otros países, al mismo tiempo que es más alto el porcentaje de mujeres españolas realizando este oficio en las calles. Cabe mencionar que las mujeres extranjeras duran en esta ciudad no más de unos cuantos meses para luego ser llevadas a otros sitios para continuar siendo explotadas y luego volver a la ciudad continuando con ese proceso hasta que liquiden el adeudo con los traficantes de personas.
Se estima que las putas generan al año alrededor de unos 45 mil euros cada una para el dueño del club, y ganan aproximadamente unos catorce mil euros al mes ejerciendo su profesión durante 21 días ofreciendo diariamente unos 30 servicios.
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Los gastos que tienen que pagar
La sexo servidora debe pagar por el hospedaje y por el mantenimiento el importe de este concepto suele rondar los 90 euros por día, también debe pagar 50% de las bebidas que consumen al realizar su trabajo.
En cuanto a las putas de Sevilla que trabajan en la calle, y que son trasladadas a zonas menos pobladas tienen más riesgo de sufrir algún ataque ya que esas zonas suelen ser peligrosas. Ellas han expresado que se sienten desprotegidas cuando por alguna razón son discriminadas por las autoridades policiacas al requerir su ayuda en una situación de emergencia.